Viernes 03/12/2021:
Las doce y media y en pijama. ¡Qué
libertad! Acabo de contestar todos los Apps, sobre todo los de T, que
contesto minuciosamente mediante audios en holandés. Así ejercito. Lo he
recuperado mucho desde que voy a clase. A veces se tienen buenas ideas. Clase
de holandés en la escuela oficial, para mantenerlo fresco. Lástima que haya de
desplazarme a Drassanes y vuelva a casa de noche. Ahora ya no me desplazo. Me
he apuntado a video-clases de Reportages
Nederlands. Eso está muy bien. Cultura e idioma, todo en un pack, un
acierto.
Las dos. Sigo en pijama. Hoy no
paso por la ducha hasta esta tarde, cuando haya de marcharme al Cineclub. Una
rebeldía que justifico por haber pasado dos días enferma bajo la reacción de la
vacuna del COVID. Es lo que me viene en gana. Gandulear. Y esta tarde tenemos
sesión doble: exposición fotográfica de la depresión americana de los años
treinta y cine fórum sobre la película Las
uvas de la ira. Tengo que leer el libro de Steinbeck. Lo tengo en inglés y
me cuesta seguirlo, pero en el manuscrito está la versión genuina y completa. Hace
un día espatarrante, pero tengo un hambre literario descomunal y estoy frente
al ordenador. Eso de sumergirme en los libros que me gustan y hacer reseñas me
apetece un montón. Va a ser difícil escoger uno para hacer un análisis con
notas al margen. El factor humano es
uno de los primeros que me ha venido a la cabeza. Luego han seguido La regenta, Memorias de África, Lolita, Lieve mamma, La amiga estupenda,
Crónica de una muerte anunciada, Roseanna…
¡Hay tantos! Esta noche he acabado Roseanna,
de Maj Sjöwall y Per Walhöö. Me recuerda la propuesta de D de escribir uno
juntos. Me apetece mucho la idea, aunque no sé cómo resultará la colaboración
literaria entre un ingeniero fascinado por la revolución digital y la
divulgación científica y una romántica que se deleita con… con… con qué? Me
resulta difícil describirme a mí misma. Él lo sabría definir. Se lo preguntaré.
D, ¿quién soy yo literariamente hablando? Él no tardaría en hacer un
análisis concienzudo. Nos entendemos bien. Ya hemos organizado juntos
un evento literario en el confinamiento: Detrás
de la pluma, un encuentro sobre el proceso literario de nuestras obras. Fue
un éxito. En pantalla teníamos a cuarenta y cinco personas conectadas, algunas
desde Nueva York y Holanda. Vi a amigos, a desconocidos y a personas a quien
les había perdido la pista. ¡Fue estupendo! Sí, podemos probar a escribir un libro
a cuatro manos. Quizá aprendamos del fracaso o quizá descubramos la sopa de ajo
literaria. Roseanna también está
escrito a cuatro manos. Claro que eran pareja y ambos implicados en la
investigación policial por acción y por pasión. Mejor tándem imposible. Pero a D y a mí también nos une algo fuerte. ¿Cómo se explica sino esta relación tan dispar?
Nos separan su ciencia-ficción y mi intimismo, además de veintitrés años que
hemos lanzado por la borda porque en la balanza pesa mucho más la pasión que
nos une.
Sábado 04/12/2021:
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