Genial, lo he disfrutado mucho, y me he animado cada vez más con la reseña de este libro como si me la hubieran pedido formalmente.
Lo primero que me ha envuelto es la descripción poética o tendría que decir poesía descriptiva (del lugar, naturaleza, Galicia, la idiosincrasia gallega y de la miseria) que se puede respirar durante toda la lectura. No es una descripción pomposa sino a través de los detalles, lo que la hace mucho más rica porque sugiere en lugar de explicar.
La poesía de los apelativos: Abrenoite, Fendetestas, Furacroyos… no escogidos al azar sino con significado, deliciosa!
Los personajes (humanos o no), llenos de significado, arrancan sentimientos varios y opuestos (de pena, de humor, de indignación, de complacencia…) y van ofreciendo una amalgama de temas sociales en una variada y muy rica temática:
El alma en pena de Fiz Cotobelo (la voz de la conciencia, el anhelo de América más allá de la muerte, el mundo misterioso de los muertos y las creencias y la comunicación entre los vivos y los muertos)
Fuco, recogiendo carbón con 9 años y desarrollando ya a tan temprana edad tretas para su “negocio” (la necesidad y el ingenio)
Las dos mujeres de la ciudad que se instalan en el campo y que como buenas novatas pasan por divertidas y ridículas situaciones en las que el hombre del campo se crece (el alejamiento de la naturaleza del hombre de ciudad)
Fendetestas, un ladrón de caminos bueno que cautiva el alma del lector que casi espera con él que se haga con el botín.
Los jóvenes que emigran a América (con la morriña apareciendo en los que se van y en los que se quedan) y la imagen de salvación que le dan a esa emigración y a ese país.
Marica da Fame (la más cruda estampa de la pobreza)
La dura vida de Gerardo que tiene que renunciar a tanto por su condición de lisiado y su muerte explicada de forma tan bella (retrato de los anhelos que llegan por fin aunque imaginativamente). Y Hermelinda, la imagen de la reivindicación.
Pilara, una niña valiente y fuerte que despierta mucha ternura, pero también la tragedia de una niña condenada a vivir en el maltrato (derechos humanos)
El poste de teléfonos que revoluciona el bosque infundiendo una política de consumo a una naturaleza ingenua y pura, adquiriendo la graciosa imagen de árbol con larguísimas ramas y frutos de vidrio (el medioambiente masacrado por los intereses comerciales)
Furacroyos, el peregrino enamorado, un topo que busca a su desaparecida mujer y acaba descubriendo que en el pazo están estirando su piel para un abrigo, una historia de amor, de solidaridad (los ratones solícitos le ayudan y acompañan, y los diálogos entre ellos y el topo no tienen desperdicio, y al final una mezcla de resignación y crítica en la frase final del topo: “¿y para esto la han matado?”
Las moscas con esa fuerza de la unión y la igualdad (me sugiere el comunismo), y los gatos haciendo salidas que les pide su necesidad de libertad por encima de todas las otras, descubriendo que pueden volver a recuperar su personalidad de felinos cazadores (sugieren el excesivo cambio de animales a animales domésticos)
Las campanas que envían mensajes por el aire comunicando para la gente y a la gente entre sí…
Por cuanto al escritor, me ha sorprendido la crítica y la visión que ofrece que se me hace precoz para aquella época y que me invita a imaginarme la personalidad de Fernández Flórez, a interesarme por quién fue y qué significó.
Y todo eso, a veces grave pero explicado de forma tan leve, siempre sencillo pero explicado de forma tan ocurrente, narración que adquiere una forma poética, hace de la lectura una agradable transición por los más y los menos de una sociedad peculiar como la gallega, sumergiéndonos en la personalidad de un pueblo y una gente con mucho fondo sentimental, que a la vez refleja a toda una sociedad y una época de nuestro país.
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