Revoloteo de enaguas con volantes de encaje,
Cristal líquido que se rompe en mil pedazos,
Esquirlas de plata.
Se precipitan con secretos de sus profundidades
Mientras bordan puntillas de nácar y algas
Sobre mis pies desnudos.
Y se retiran borrando lo que hemos escrito,
Dejando solo huellas irreconocibles
De lo que hemos sido.
Hoy veo estrellas cabalgando en sus crestas,
Guiños del sol que juegan con mi destino,
Horizonte infinito.
Piel perfumada de sol y salitre,
Cabello que huele a viento,
Sabores del mar en todos mis sentidos.
Gritos de niños y gaviotas que se confunden;
Unos juegan,
Las otras huyen.
Frescura siseando entre mis dedos,
Caricias frescas,
Olvido.
Emma, Junio 2019
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